Te recomiendo

martes, 6 de noviembre de 2007

ALGUNOS BENEFICIOS DE LA VEGETACIÓN URBANA

ALGUNOS BENEFICIOS DE LA VEGETACIÓN URBANA

Los árboles plantados en una ciudad no solo mejoran el aspecto del paisaje urbano, sino que proporcionan un sin número de beneficios a sus habitantes (Fig. 4) (SEDUE, 1991):


Amortiguan la densidad del ruido y sonidos molestos.

Sirven de barrera evitando la dispersión aérea de partículas como el polvo, humo y hollín. Ordinariamente, las partículas se depositan en la vegetación por medio de tres procesos; 1) Sedimentación por gravedad, 2) Impactación por acción eólica y 3) Acumulación por precipitación.

Los árboles con follaje ancho son los más eficaces para asimilar los desechos del aire, dado la favorable relación entre superficie y volumen de su follaje, lo que ayuda a la remoción de las partículas suspendidas en la atmósfera (SÁNCHEZ, R. Y MEZA, F., 1986).
Absorben el bióxido de carbono y restituyen el oxígeno a la atmósfera.
Favorecen la regulación de la temperatura en áreas específicas (dan sombra).

Ayudan a la eliminación o reducción de olores desagradables.
Evitan la erosión de laderas y pendientes de lomeríos y cerros circundantes.
Favorecen la privacía de jardines y casas particulares.

Favorecen el restablecimiento de la fauna urbana benéfica.

Contribuyen a la infiltración de agua y a la recarga de los mantos acuíferos.

Favorecen la economía familiar (árboles frutales).
Retención De Partículas Suspendidas (PST), Polvo, Hollín, Humo



Figura 4.- En el medio urbano e industrial el arbolado tiene una importancia que va de lo estético a lo funcional (como barreras visuales y filtros biológicos)

Una hectárea de bosque, con 100 árboles adultos cuyo diámetro de copa es de 14.3 metros y una superficie cubierta de 160 metros cuadrados, de acuerdo a estimaciones realizadas, se comprobó que efectúan las siguientes funciones de suma importancia (DICSA, 1990):

A) Funciones físicas: reducción de la velocidad del viento en un 60%, filtración de una tonelada de polvo al año, y bien es sabido que el polvo lleva bacterias, virus y gases de escape, así mismo se observó que el arbolado diluye las emisiones nocivas entremezclándolas con el aire, amortigua el sonido, es donador de sombra y protege contra los rayos ultravioleta.

B) Funciones fisiológicas: consumen 2.55 Kg de CO2 por hora para lo que son utilizados cerca de 4 mil litros de aire (Fig. 5) y producen 1.77 Kg de oxígeno por hora. La producción por día de oxígeno es igual a la que necesitan 64 personas (154 metros cuadrados de hojas de un tipo de vegetación, producen oxígeno necesario para una persona adulta durante un año), además son un elemento básico para la evaporación, ya que en un día soleado (400 lux) bajo un árbol, aumenta la humedad relativa del aire hasta un 10%, y disminuye la temperatura hasta 2 grados centígrados (DICSA, 1990; RAPOPORT, 1988).



3.4 Consecuencias provocadas por el descuido en el mantenimiento y

selección del arbolado urbano

Los árboles presentan algunos inconvenientes dentro de las zonas urbanas, pero en comparación con sus beneficios resultan menores, ya que pueden prevenirse o solucionarse mediante una oportuna atención en su mantenimiento y en la selección de las especies mejor adaptadas.

Entre los daños u obstrucciones que observamos con mayor frecuencia en la ciudad (Fig. 6), se encuentran los siguientes:

Daño a instalaciones aéreas, telefónicas y eléctricas.
Daño a vehículos y a las fincas.
Daño al pavimento, a la red de agua potable y al drenaje.
Daño a otras plantas.
Obstrucción de señalamientos de tránsito y vialidad.
Obstrucción de anuncios publicitarios.
Obstrucción de la visibilidad de automovilistas y peatones.
Aporte de desperdicios y obstrucción de alcantarillas.
4. EL AMBIENTE URBANO

Las ciudades constituyen el más artificial de los ambientes y paisajes (SCHMID, 1975). El mesoclima urbano como lo describe Landsberg (1970) es un claro índice del grado de modificación al que puede llegar un hábitat creado por el hombre, pues comparado con el ambiente rural circundante, en el ambiente urbano la temperatura, la nubosidad, precipitación pluvial y contaminantes son mayores mientras que la velocidad del viento y la humedad relativa disminuyen.

Se debe considerar que los edificios pueden reirradiar hasta un 90% de la energía calorífica que reciben del sol (RAPOPORT, 1988), lo contrario de lo que sucede en los bosques, donde un 60% a un 70% de la radiación es capturada. Así mismo en la atmósfera urbana existen alteraciones microclimáticas dadas por efectos de la combustión (industrial, automovilística y doméstica) que contribuyen a incrementar la temperatura, formando el exceso de calor una "isla", alrededor de los edificios, esto dependerá de las actividades y concentración urbana (RAPOPORT, 1988).



Esta isla de calor requiere de fuertes vientos para ser desplazada de lo contrario por efectos atmosféricos se provoca una inversión térmica, esto es que el calor junto con la contaminación atmosférica quedan atrapados entre dos capas de aire frió, con lo que el proceso de movimiento natural de la atmósfera se paraliza por un tiempo indefinido, hasta que las condiciones atmosféricas cambian y la capa de inversión se destruya. Este fenómeno natural es mucho más frecuente en la época de invierno teniendo efectos sobre las plantas. El aumento de temperatura anticipa y prolonga la duración del crecimiento de las mismas, mientras que la concentración de contaminantes aéreos es suficiente para contrarrestar cualquier beneficio (SCHMID, 1975).

Algunas especies requieren de condiciones especializadas, que a veces pueden modificarse aplicando alguna técnica de silvicultura. Debido a las condiciones adversas que prevalecen en el medio urbano, la vegetación esta sometida a un continuo stress lo que puede disminuir su crecimiento o incluso provocar su muerte.

La naturaleza ha sido vista como un embellecimiento superficial, como un lujo, que sólo los que poseen una capacidad económica elevada pueden dárselo, más que como un elemento esencial que permea la ciudad, que define la calidad del medio: el agua que bebemos, el aire que respiramos, la tierra en la que estamos asentados y los organismos con los que compartimos el espacio, (IMAZ, 1992).

El escaso conocimiento que se tiene sobre la importancia de los "Bosques Urbanos", ha provocado que las pocas regulaciones que se han decretado para intentar conservar los (cualitativamente y cuantitativamente) en buen estado y mantener una calidad ambiental, se perciban como restricciones o castigos y no como la necesidad de originar nuevas formas y reglas, para que el desarrollo urbano e industrial estén en equilibrio y armonía con el medio ambiente.

Por todo lo anterior, es importante considerar la influencia del ambiente urbano sobre la vegetación que queda expuesta a varios factores, que pueden ser determinantes para la presencia de ésta. Entre los principales factores podemos citar los siguientes:


La disminución de la provisión de agua por efecto de la pavimentación de calles, cubrimiento de aceras y obras de drenaje para agua de lluvias.

Disminución de la radiación solar y del tiempo de insolación.

Reducido espacio vital para el desarrollo de raíces y follaje.

Intermitente corte de raíces por obras públicas para la introducción de cañerías y tuberías subterráneas.

Destrucción involuntaria o voluntaria de las partes aéreas (vandalismo, accidentes automovilísticos, hundimientos, etc.).

Incremento de sales por orina.

Presencia de compuestos químicos nocivos (detergentes, aceites, etc.).

La lluvia ácida y la contaminación.

Disminución sensible de la materia orgánica del suelo.

Cambios en el régimen de evapotranspiración.

Podas periódicas e irracionales realizadas por la Comisión Federal de Electricidad y Teléfonos de México.

Proceso de nivelación de terrenos y pisoteo continuo.

Cosmopolitismo (sustitución de plantas endémicas por exóticas).

Falta de mantenimiento y planificación.

Falta de jardineras elevadas, que sirvan como protección

No hay comentarios: